LA CIUDAD DE HOY/ ARQ ERICK DORREJO
Por: Erick Dorrejo
El surgimiento de los asentamientos urbanos se remonta a los tiempos neolíticos gracias a las mejoras en la agricultura y a la conservación de los alimentos introducida en dicha época. Debido al excedente de mano de obra disponible, un gran número de personas pudo dejar el trabajo agrícola o ganadero y dedicarse a otras tareas como la administración y la artesanía; propiciando de esta manera las concentraciones de individuos en la ciudad.
El último siglo ha sido testigo del proceso de crecimiento acelerado por el cual atraviesan las ciudades a nivel global.
En el año 1930 la población mundial era de dos mil millones de habitantes; solo una quinta parte vivía en las ciudades y el resto de la población mundial vivía en condiciones muy parecidas a las del neolítico (Sorre 1952).
Se estima que para el 2015 el total de la población mundial será de siete mil millones de personas, lo cual representa un incremento cinco mil millones de personas en ochenta años; si asumimos que la mitad de la población habitará en las zonas urbanas esto asciende a unos tres mil quinientos millones de habitantes, multiplicando por más de siete veces la población urbana de casi un siglo atrás. Las evidencias antes descritas nos muestran el impacto que recae sobre las ciudades, ya que más del cincuenta por ciento de la población ocupa una pequeña área territorial con relación a la totalidad del globo terráqueo. Esto representa un incremento de la carga sobre el territorio urbano, requiriendo de la eficientización los servicios ofertados.
Si esta verdad la incorporamos a lo dicho por el geógrafo Mark Jefferson (1931), en el que cita “lo urbano y lo rural, la ciudad y el campo, no son dos elementos diferenciados, sino una única cosa”; advertimos que las estrategias desarrolladas por las naciones que buscan potenciar sus fortalezas y oportunidades en un contexto global bañado de precariedades y dificultades son aquellas que definen acciones partiendo de la ciudad como catalizador del progreso y el bienestar.
El territorio urbano compuesto por sistemas que se integran para satisfacer las necesidades de sus
Ciudadanos, lo urbano como símbolo de evolución en búsqueda hacia la prosperidad no podría sostenerse si el entramado territorial que lo circunda no produce una serie de bienes no originarios de la urbe.
La ciudad de hoy compuesta por lo histórico, lo consolidado, lo marginado y lo natural requiere de la atención especial de los temas actuales con miras al futuro que se anticipa con celeridad; lo urbano ha desbordado la capacidad para enfrentar los problemas contemporáneos.
Es por eso que una nación que quiere viajar hacia la transformación de un país mejor, debe orientar sus estrategias a la planificación integral de las ciudades y los sistemas que la componen; a fin de impactar directamente las grandes mayorías e incidir en la totalidad de su población.
Erick Dorrejo es arquitecto
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