COTOS DE POBREZA, UNO DE LOS GRAVES PROBLEMAS SOCIALES URBANOS QUE LACERAN NUESTRAS CIUDADES.
Por: Valentín Parada
¿Cómo?, ¿En dónde?, y ¿Por qué? surgen. Podrían ser los cuestionamientos que la mayoría de los ciudadanos comunes y corrientes jamás se harán. La cotidianidad de la ciudad no permite darse tiempo para reflexionar estos aspectos que nos atañen a todos como ciudadanos.
El ¿cómo?, tiene que ver directamente con la migración de la población, de lo rural a lo urbano, aunque hay casos en donde se presenta de lo urbano a lo rural. En el primero y motivo de este artículo, esencialmente son cinco aspectos fundamentales que originan que la población en México migre a zonas urbanas, actualmente:
1. Insuficiencia económica para mantener a una población rural.
2. Baja o nula productividad en el campo.
3. Concentración de la riqueza en zonas urbanas.
4. Falta de oportunidades.
En estas cuatro anteriores ¡el Estado ha fallado!, debido a la concentración de la administración de los tres poderes, pero primordialmente porque no ha asegurado el bienestar de los ciudadanos rurales instrumentando políticas que garanticen su permanencia de forma no paternalista, en sus lugares de origen para poder satisfacer los cuatro causales anteriores; y la última y más grave, va vinculado al éxodo causado por la seguridad o “inseguridad” que la población tiene en las zonas rurales por cuestiones de violencia vinculadas al narcotráfico
5. Seguridad.
¿En donde se presentan estos asentamientos provocados por los ciudadanos de origen rural?
Podríamos enunciar, cauces de ríos, barrancas, cañadas, terrenos donde la certeza jurídica de la propiedad privada es mínima, es decir terrenos ejidales o comunales y sobre todo en zonas federales, ¡lugares vulnerables!.
El poder responder el Porqué, es mucho más complejo… pero está directamente vinculado a que esa población rural busca satisfactores en primera instancia de un lugar donde refugiarse de las inclemencias del tiempo y en segundo lugar de satisfactores vinculados a los servicios públicos que “puede pero no debe” proporcionarle la administración municipal.
Y es ahí precisamente donde se genera la ocupación del territorio de forma anárquica, desordenada y se transforman en chabolas, favelas, arrabales, barriadas, cinturones de pobreza, urbanizaciones marginales, guetos, etc….Entendiendo que todos los calificativos anteriores pueden ser “Parte de una ciudad contemporánea relativamente homogénea, con limites imprecisos y generalmente habitada por una clase social de escasos recursos. Por esas razones los anteriores calificativos, tienen calificativos peyorativos. Las edificaciones de calidad mediocre son nota de su paisaje.
¿Qué territorio urbano, de cualquier ciudad Iberoamericana no tiene las anteriores?
Hasta el momento ninguna ciudad iberoamericana, está exenta de tener en su territorio: cotos de pobreza, áreas marginales, que laceran día con día a los ciudadanos que viven ahí. Porque efectivamente la ciudad, a estas áreas marginales, no le brinda oportunidad de poder salir de ese pozo profundo de mediocridad, sino es a través de la voluntad política y de un triple esfuerzo de sacar adelante a ese Problema Social Urbano …bueno hay que decir que “siempre que exista la mínima intensión de voluntad”.
Porque comúnmente esas zonas marginales se agravan por el paso de los años debido a que se convierten en “guetos institucionalmente reconocidos”.
Los ayuntamientos le brindan servicios municipales de baja calidad como agua , pero sin drenaje, o drenaje pero sin agua, o la Comisión Federal de Electricidad le suministra energía eléctrica, violentando la autonomía municipal al quebrantar todas las normas en materia de reglamentos de construcción y sobre todo de Planificación urbanística que pueda existir … es decir el mismo Estado “oficializa la anarquía “ convirtiéndolas en “urbanizaciones marginales institucionales”.
Y es aquí donde surge la gran duda, y sobre todo en México, ¿A cambio de qué? las administraciones públicas, como también la gran mayoría de: políticos, diputados locales, federales, senadores, presidentes municipales, síndicos, regidores, y gobernadores, brindan servicios de baja calidad a estas áreas marginales, sin hacer un Acción Urbanística Integral.
Es evidente que la respuesta va relacionada a “favores políticos”, beneficiándose de ese territorio urbano marginado a “cambio de su voto” o movilizando ciudadanos por medio de sus “líderes locales” para ser parte de una escenografía política temporal.
¡Sí!, ¡ellos!, todos y cada uno de los actores políticos antes mencionado dan dádivas, “garbanzos de oro”, que no garantizan permanentemente el bienestar de esa sociedad marginada.
A la gran mayoría de los Políticos no les interesa que esos guetos de pobreza salgan de la marginalidad. “La razón es que romperían el círculo vicioso de poder seguir manteniéndose políticamente de esa necesidad”. Siendo ahí uno de los grandes retos que como ciudadanos pero sobre todo como actores en la materia (arquitectos, urbanistas, planificadores del territorio, sociólogos, psicólogos, médicos, economistas, abogados, educadores, comunicólogos, ecólogos, etc.) del urbanismo debemos romper, romper esa inercia del caos urbano en el que vivimos.
Y es claro, nuestros sistemas de control de la ciudad fallan en el intento de controlar la ciudad, tenemos un sistema urbano caótico, disperso, con alto consumo de energía, con alta contaminación al medio ambiente, descontrolado, desconcentrado a pesar de la centralidad administrativa federal, estatal, o municipal… vivimos en el “caos”
¿Pero cómo podemos sacar adelante estos polígonos de precariedad intensa asentados en nuestras ciudades? ¿Cómo?...Si todos nuestros esfuerzos están disipados, desconcentrados.
¿Instrumentando acciones urbanísticas integrales?…¿es la solución? ¿Garantiza que la ciudad le brinde la oportunidad de salir de esa marginación a esa sociedad excluida?, ¿salir de la segregación urbana?.
“En la actualidad en México, no ha habido una actuación urbanística de éxito en los últimos treinta años”.
La razón es que todas y cada una de las Administraciones Federales, Estatales y Municipales trabajan de forma descoordinada, sin relacionarse entre ellas, sin fijar objetivos específicos y compartidos … disipando los esfuerzos de poder lograr objetivos más tangibles para los ciudadanos de a pie.
El caso más sonado y palpable de Cuernavaca, Morelos son los Patios de la Estación, que año con año, administración con administración, sexenio con sexenio se fracasa en el intento de poder recuperar ese polígono marginado de la ciudad.
“Sin duda la zona denominada como Patios de la Estación y su entorno en el centro de Cuernavaca se ha convertido a lo largo de los años en un Problema Social Urbano que nadie ha podido resolver o no ha querido resolver”.
Hoy aproximadamente después de 117 años que entro el tren a Cuernavaca, quien pensaría que los patios de la estación se convertiría en un coto de pobreza extrema en el Centro de Morelos.
Y más ahora que los ciudadanos, mexicanos, que ahí viven en condiciones infrahumanas en condiciones insalubres, deplorables, son utilizados como eso “utilitarios de campaña de partidos” que solo reciben dadivas a cambio de su permanencia en el lugar.
Y ese ha sido el asunto medular de Patios de la Estación, ¡su permanencia en el lugar! y los intentos de las administraciones estatales y municipales bajo intereses capitalistas de sacarlos de ahí. Generando unidades habitacionales al borde del extrarradio metropolitano. Con la premisa en la política estatal cuyo eslogan puede denominarse “la pobreza de lejitos, donde no los veamos” .
Varios han sido los fracasos del Gobierno Estatal de Morelos, en el intento sacarlos de Patios de la Estación. Generando sub-cotos de pobreza institucional como sería la hoy denominada Unidad Morelos, las razones son evidentes…no se puede trasladar a una sector de la sociedad, a un monocultivo de vivienda, sin servicios de salud y educación, sin áreas de esparcimiento, desarticulado de la ciudad, sin fuentes de empleo y marginado desde el mismo gobierno.
Lo que no se ha entendido, es que esta sociedad marginada ya es parte desde hace mucho tiempo de Cuernavaca, pese a quien le pese, ya es sustancia de este proceso llamado ciudad. Estos cinco mil quinientos habitantes “ciudadanos” en su mayoría de origen guerrerense, ya son morelenses y tienen un estrecho vínculo con el centro de Morelos.
“Existe una simbiosis entre Patios de la Estación y el Centro de Cuernavaca, y en específico con el Centro Comercial Adolfo López Mateos (su mayor fuente de empleo), el mercado más grande del Estado de Morelos”.
Por estas razones tan contundentes, es evidente que se debe tomar un cambio de estrategia en el actuar de la administración estatal y municipal. Realizando la instrumentación de un Plan Integral de Actuación Urbanística, que no despoje a esas mil trecientas familias de ese territorio como se ha hecho en anteriores ocasiones y fracasado en el intento. Un Plan Urbanístico que los tome en cuenta como ciudadanos, como Morelenses, como dominantes de ese territorio, que no sean despojados y excluidos, que no sean utilizados.
Con un Plan de Actuación Urbanística que garantice los máximos de bienestar (no los mínimos), atendiendo con prioridad a las necesidades de fuente de empleo, alimentación, educación, salud, civismo, esparcimiento y vivienda “digna”. Pero jamás bajo políticas paternalistas, de dar de comer, sin enseñar a trabajar, no institucionalizando el caos que hoy existe, y como se ve en la estrategia municipal actual, sino sumado esfuerzos, donde la ciudadanía (hoy marginada) vaya junto con la administración estatal y municipal, por el bien de Patios de la Estación, por el bien de Cuernavaca, por el bien del Estado de Morelos, donde ellos como ciudadanos cuiden de su territorio como un polígono revitalizado e integrado a la sociedad Morelense.
Saludos.
Valentín Parada
Presidente de la Asociación de Especialistas en Impacto Vial y Movilidad Sustentable del Estado de Morelos A.C.
Presidente del CEDES Morelos A.C.
valentinparada@hotmail.com
www.valentinparada.com